Apagas el despertador, chateas, haces videollamadas, compras online… Seas un negacionista o un forofo, la tecnología ha llegado hasta a ti; si no, no estarías leyendo esto. El uso de tecnología hace las labores rápidas, efectivas, eficientes, por lo tanto, más baratas. Muchas veces, sustituyendo tareas que realizaban los propios humanos… De hecho, más de 400 millones de personas serán desplazadas de sus puestos de trabajo antes de 2030, según el ‘World Economic Forum’.
Hay personas que ven a las máquinas y a la tecnología como enemigos… Y a veces con razón. ¿Acabará la robotización con nuestros trabajos? ¿Estamos suficientemente formados para sobrevivir al cambio? ¿Cómo evitamos quedar obsoletos?
Y aunque los últimos meses parezcan una temporada de ‘Black Mirror’. ¡No!, no nos vamos a levantar una mañana y los robots van a quitarnos el trabajo.
Es importante tener en cuenta que la tecnología viene a hacernos la vida más fácil. A permitir la comunicación durante una pandemia, a gestionar nuestros ahorros desde nuestro móvil o incluso a tener una visita al médico desde el sofá.
También es cierto que habrá puestos que se acabarán automatizando, sobre todo aquellos basados en tareas repetitivas o rutinarias. Por ejemplo, los cajeros de supermercados o de peaje, que ya escasean en muchos lugares.
¿Cómo adaptarnos a ese nuevo entorno laboral? Yo creo que las claves son la formación en tecnología y en habilidades interpersonales (‘Soft Skills’).
Cada vez es más importante entender de tecnología. De hecho, según Infoempleo Adecco, 12 de las 25 carreras con más demanda están relacionadas directamente con conocimientos tecnológicos.
Jeff Bezos (Creador de Amazon), no sólo destaca por sus conocimientos técnicos, sino por sus habilidades interpersonales, que le permitieron ver más allá de las líneas de código. Supo diseñar un servicio que suplía las necesidades de las personas y adquirir las capacidades de extenderlo por todo el mundo. La creatividad, la capacidad de empatizar, la flexibilidad, las habilidades de comunicación y el trabajo en equipo, fueron tan importantes para su éxito como su conocimiento tecnológico.
El tipo de perfil que reúne estas habilidades y conocimientos va a ser cada vez más relevante en las empresas.
El futuro es de aquellas personas que sean capaces de entender la tecnología, adaptarla y utilizarla para ponerla al servicio de los demás, es decir, ingenieros de personas, no de máquinas. Aquellos que sepan diseñar servicios apoyados en los últimos avances tecnológicos, que sepan integrar la tecnología en el mundo actual y avanzar hacia un futuro mejor.
Lamentablemente la educación en las áreas de tecnología, al igual que en otras disciplinas, suele ir muy por detrás del cambio. Muchos centros siguen dando clase como en el siglo pasado, siendo incapaces adaptar las metodologías y el temario a las necesidades del mercado.
Poco a poco van surgiendo alternativas educativas a las “carreras clásicas. Entre ellas, las formaciones interdisciplinares, que integran conocimientos técnicos de varias disciplinas con el desarrollo de las ‘Soft Skills’.
Si en este momento estás pensando en elegir carrera o si estás en una situación en la cual temes por tu futuro laboral, yo te recomiendo que inviertas tiempo en realizar formaciones interdisciplinares que te enseñen conocimientos técnicos pero que también te ayuden a potenciar tu valor añadido.
En definitiva, busca aquello que te diferencia de una máquina y poténcialo. Mira a la tecnología como un aliado para satisfacer las necesidades de las personas. Un aliado con el cual, no sólo sobrevives al cambio, evolucionas hacia algo mejor.
“La tecnología y el humano son el motor de todo cambio. De hecho, la fusión de sus capacidades será aquello que nos lleve hacia el futuro que elijamos”
